✨🏀 39 AÑOS DEL CLUB PERLA DEL ACRE: UNA HISTORIA ESCRITA CON GARRA, CORAZÓN Y LEYENDA 🏀✨
Un 21 de septiembre de 1986, en una tierra donde el básquetbol aún buscaba abrirse camino, nació un sueño. No fue un sueño cualquiera, sino uno que venía cargado de pasión, sacrificio y esperanza. Ese sueño se llamó Perla del Acre, un club que se convertiría con el tiempo en el verdadero ícono del baloncesto pandino.
Aquel día, el profesor Vicente Mayna Aguilera puso la primera piedra de lo que sería mucho más que un equipo deportivo: creó una familia, un espacio de identidad y un legado que hoy, 39 años después, sigue latiendo con fuerza. Con disciplina, entrega y una fe inquebrantable en sus muchachas, Vicente encendió una llama que jamás se apagó.
Hoy, aunque él ya no esté físicamente entre nosotros, su espíritu sigue acompañando a cada jugadora que entra a la cancha, a cada balón que vuela buscando la gloria y a cada corazón que late en las graderías. Su voz, sus consejos y su ejemplo siguen vivos, como si cada entrenamiento y cada partido llevara su sello invisible, recordándonos que Perla del Acre no es simplemente un club, sino un pedazo de la historia viva de Pando.
Pero este legado no se construyó solo con un nombre. Perla del Acre se formó con el coraje de generaciones enteras de mujeres valientes, que hicieron del básquet su bandera. Mujeres que dejaron huellas imborrables en cada partido, que demostraron que el esfuerzo, la disciplina y la pasión podían vencer cualquier obstáculo. Cada una de ellas, desde las pioneras hasta las más jóvenes, ayudaron a que este equipo se levantara con orgullo en las canchas y en la memoria de toda una región.
Por eso, hablar de Perla del Acre es hablar de garras y corazón, de sudor y lágrimas, de derrotas que enseñaron y de victorias que emocionaron hasta las lágrimas. Es hablar de aquellas noches en las que el equipo defendió su camiseta como si defendiera la vida misma, con una entrega que traspasaba la duela y contagiaba a toda la tribuna.
Este club, que nació como un sueño del profesor Vicente, hoy es un patrimonio sentimental del baloncesto pandino. No pertenece solo a la familia Mayna, aunque ellos sean su raíz y su motor. Perla del Acre pertenece a todas esas jugadoras que alguna vez vistieron sus colores, a todas las familias que apoyaron desde las graderías, a todos los entrenadores y dirigentes que aportaron con su granito de arena, y sobre todo, pertenece al pueblo pandino que se emocionó, vibró y se sintió representado con cada partido.
Hoy celebramos 39 años, pero no son solo años en el calendario: son 39 capítulos de lucha, entrega y gloria. Cada aniversario es un recordatorio de que lo que empezó como un sueño de un profesor visionario, se transformó en una herencia deportiva y emocional que nadie puede borrar.
Porque mientras existan niñas que sueñen con encestar, mientras existan jóvenes que se inspiren en las huellas que dejaron sus antecesoras, y mientras exista un balón que ruede en Pando con el nombre de Perla del Acre, este club será eterno.
Hoy, a los 39 años, no celebramos únicamente el pasado. Celebramos el presente vibrante de un equipo que sigue de pie y el futuro brillante de un legado que continuará inspirando a las próximas generaciones.

