UAP impone jerarquía y vence a Real Cobija en el primer duelo de semifinales
La segunda jornada de semifinales del Campeonato Apertura de la Asociación de Básquetbol de Pando (ABP) cerró con un espectáculo de alto nivel, protagonizado por el vigente campeón Universidad Amazónica de Pando (UAP), que se midió ante Real Cobija en un partido cargado de ritmo, exigencia y grandes individualidades.
Con un despliegue sólido desde el arranque, UAP se llevó el triunfo por 83-62, ratificando su condición de candidato, pero también confirmando que Real Cobija es un rival que no se rinde y que obligó a los campeones a mantener la concentración hasta el último segundo.
Inicio donde: UAP marca el territorio
Desde el salto inicial, UAP dejó en claro que no estaba dispuesto a dar margen a las dudas. Su ofensiva fluida y su presión defensiva sorprendieron a Real Cobija, que no logró encontrar espacios para responder con efectividad. El primer cuarto fue un monólogo de los campeones: 25-9, una diferencia que no solo reflejaba el dominio en el marcador, sino también en la dinámica del juego.
Este arranque fue clave para que UAP impusiera respeto y generara la sensación de que Real Cobija debía remar contra la corriente durante todo el compromiso.
La reacción de Real Cobija: orgullo y resistencia
El segundo cuarto cambió el guion. Real Cobija encontró variantes ofensivas y ajustó su defensa, lo que le permitió equilibrar el marcador parcial con un 14-16 a su favor. Aunque el entretiempo llegó con UAP todavía al frente (39-25), este período fue la muestra de que el rival tenía argumentos para competir y no ceder la eliminatoria sin lucha.
Los jugadores de Real Cobija apostaron por la intensidad y la movilidad, buscando descolocar a la defensa rival, y aunque lograron reducir la brecha, el peso del primer cuarto seguía siendo un obstáculo difícil de superar.
El tercer cuarto: la consolidación del campeón
Tras el descanso, UAP volvió a mostrar por qué es el campeón vigente. Con ajustes tácticos y mayor efectividad en la pintura, lograron frenar las aspiraciones de Real Cobija. El parcial de 19-15 consolidó su ventaja, llevando el marcador a 58-40, una diferencia que comenzaba a perfilar el desenlace.
El aporte colectivo de UAP fue fundamental: la rotación permitió mantener el ritmo alto, mientras que la defensa volvió a recuperar protagonismo, limitando la producción rival en los momentos más críticos.
Último cuarto: Real Cobija no se rinde, pero UAP cierra con autoridad
El último cuarto fue el más vistoso en cuanto a anotación. Real Cobija, fiel a su espíritu combativo, no bajó los brazos y respondió con un parcial de 22 puntos, pero UAP, con oficio y precisión, replicó con 25 unidades, sentenciando el partido en 83-62.
Aunque el marcador final mostró una diferencia amplia, la dinámica del último cuarto dejó la sensación de que Real Cobija sigue siendo un rival incómodo, capaz de complicar en cualquier tramo del partido.
El máximo anotador: Querema Vargas Sebastián, un brillo aparte
Más allá del dominio de UAP, la figura individual del encuentro fue Querema Vargas Sebastián, quien se convirtió en el máximo anotador con 24 puntos, aportando para la U.A.P. y demostrando una vez más su capacidad ofensiva. Su actuación no solo resalta en lo estadístico, sino que lo consolida como uno de los jugadores más determinantes del baloncesto pandino en la actualidad.
Conclusiones: UAP reafirma su candidatura
Con este triunfo, UAP no solo se afianza como un serio aspirante a revalidar su título, sino que también deja claro que su fortaleza radica en la combinación de un inicio fuerte, la solidez táctica y la capacidad de cerrar partidos con autoridad.
Para Real Cobija, la derrota deja aprendizajes importantes: su capacidad de reacción en el segundo y último cuarto demuestra que tiene potencial para incomodar y que está en camino de consolidarse como un proyecto competitivo.
La segunda semifinal del Apertura confirma el gran nivel del básquetbol pandino, con partidos que conjugan emoción, intensidad y talento individual. UAP cumplió con su papel de campeón, pero el camino hacia la final aún promete emociones y nuevos desafíos.


